Si con todo lo que tienes no eres feliz, con todo lo que te falta tampoco lo serás.Erik Fromm

Al leer esta frase días atrás vinieron a mi cabeza 3 personas muy cercanas a las que sé que les diría lo mismo: Nunca vas a conseguir ser feliz, pues nada te provoca una nimia sensación de acercamiento a ella o Es tan efímera para ti la felicidad que te olvidas haberla sentido y/o vivido alguna vez. Esto es lo que me apetecería decirles sin más, pues es lo que percibo cuando me explican sus vidas. Y, sin muy bien saber porqué, me despego de ellos. Y les quiero pero les evito en ocasiones. Su manera de vivir me apaga, no me emociona ni me aporta.

Foto: Esther Alegret

Foto: Esther Alegret

Y a raíz de esta frase me planteo la difícil tarea de enseñar a los que llevan poco por aquí, a los niños/as. A ellos, que aún no se plantean si son felices o no. Personitas que aún no tienen mucho de adquirido ni de enquistado ni de asumido. Y pienso en lo fácil que puede llegar a ser como adulto enquistado reaprender a vivir la felicidad enseñando a sentirla.

Y es más simple de lo que parece y nos han hecho creer. No debería ser un objetivo a conseguir, sino una manera de vivir los fracasos, las frustraciones, los desajustes imprevistos en nuestros cuadrados planes semanales, las ganas de agradecer a los de alrededor lo que nos aportan y nos cuidan, saberse amado y dar amor, tocar, abrazar, verbalizar, admirar. No es más que AGRADECER y sentir que la felicidad la tienes intrínseca en tu desayuno en familia, en tus lecturas en solitario o en tu trabajo. Y, por supuesto, no quiere decir que debas estar todo el día eufórico, agradeciendo a diestro y siniestro todo y nada. Sino ser consciente que todo te aporta. Y lo que no, debes saber desecharlo. Y anda, no te sientes demasiado. Anda y avanza. Mejora y fortalece tu vida con las cosas que te hacen sentir bien. Y no sientas que debas justificarte a nadie ni a nada. Hazlo porque te sientes bien. Te sientes FELIZ.

 

“Nicholas, el equipo funciona, así que, si te tranquilizas, podrás respirar”.

Al leer esta Contra de La Vanguardia me ví reflejada en alguna situación vivida. Momentos puntuales en los que me he quedado bloqueada y no he podido finalizar una tarea que, de sobras, sabía que podía hacer y que sabía hacer muy bien.

Y esto sé que no me pasa a mi únicamente. A todos nos ha pasado alguna vez no controlar nuestros actos por un motivo similar o no conseguir aquello que en un inicio nos habíamos planteado. Sencillamente, es resultado de dos aspectos:

1. No estamos educados a mandar sobre nuestro cerebro y, en consecuencia, sobre nuestros pensamientos. 

2. Y cuando lo hacemos, no suelen ser órdenes claras. 

Esto nos lleva a tener, por una parte, resultados erróneos. Y, por otro lado, a estar a merced de las emociones y sus efectos sobre nuestro comportamiento.

Terapia cognitivo-conductual en la Universidad de Manchester

Terapia cognitivo-conductual en la Universidad de Manchester

Es muy sencillo cambiar esta manera de funcionar. Empieza por decirte cada día algo positivo. Y, como dice Nicholas Tarrier: ‘Es una sencilla técnica que todos podemos ejercitar para poner nuestro cerebro a trabajar para nuestro bienestar.

Os dejo la entrevista a Nicholas Tarrier. Algo te hará cambiar la manera de funcionar.

http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120913/54350265869/la-contra-nicholas-tarrier.html

Equilibrio. Sensación de tener la balanza de tus cosas, de tus rincones, de tus pequeños submundos equilibrada. De saber que lo que hago, cómo vivo, lo que tengo, mis futuros pasos…son en base a mis creencias, a mi forma de pensar y desear. Son fruto de mis sueños. No tiene que importarte lo que piensen los demás, ni si les gusta lo que haces, ni si entienden para qué lo haces. Al que le interese ya se acercará a preguntar y, aún así, no siempre se irá habiendo entendido el fin. Y, sinceramente, no es la idea hacer entender al mundo el porqué de tus decisiones. Tu intención última debe ser que el siguiente paso te acerque al objetivo final. Que el paso tenga sentido en sí mismo y no sea un paso gratuito, en vano, por pasar el rato dándolos sin rumbo.

Y caminar por esa cuerda y mantener el equilibrio no es fácil aunque tampoco es difícil. Simplemente hay que ser constante, persistente y estar atento. Atento a a tres cosas:

1. Atento a lo que te encanta. Saber en qué pasas el rato y lo disfrutas. Y echarías horas y horas en ello y no te cansarías de hacerlo. Y la gente te dice que cómo puedes pasar tantas horas en ello y tu respuesta es siempre la misma me encanta, lo disfruto. 

2. Atento a lo que quieres. Es, simplemente, una cuestión de actitud en la perspectiva sobre uno mismo y las circunstancias. Y saber que las cosas que nos pasan no son fruto del factor suerte sino resultado de tus decisiones.

3. Y muy atento a encontrar dónde está. A menudo está dónde estén aquellas personas que compartan tus mismas aptitudes. Hay que ser, por ello, un buen observador, escuchar atento, para encontrarlos. Entrar en ese grupo y empezar a desarrollarte y acercarte al equilibrio.

 Adrian Capusan, Rumanía Categoría abierta del Concurso Mundial de Fotografía de Sony 2015 (2015 Sony World Photography Awards)

Adrian Capusan, Rumanía
Categoría abierta del Concurso Mundial de Fotografía de Sony 2015 (2015 Sony World Photography Awards)

Puede que ya te sientas en equilibrio y que hayas confirmado lo que estás leyendo en estas lineas. ¡¡Me alegro!! Yo aun estoy dando pasitos. ¡A ver dónde llego!

Es muy habitual llegar a un trabajo, siendo el nuevo y con ganas de hacer, aprender, proponer, liderar y cambiar. Pero lo que suele pasar es que en cada una de tus aportaciones para el cambio recibas respuestas como estas: ‘Nosotros lo hacemos así’ o ‘Las cosas siempre se han hecho así’. 

Cuando he oído alguna de ellas vienen a mi mente dos ideas. La primera es que no está reñido el siempre con lo nuevo. La segunda es una sensación de estar trabajando con personas de poca iniciativa, de energías muertas, de robots entrenados y programados para ‘hacer las cosas SIEMPRE así’. Y, como es de esperar, se desvanece parte de mi ilusión y nace la idea de promover el cambio de forma sutil, para que no duela a los ya intalados en el trono de la empresa, a los que les da miedo caminar por otro firme por temor a no saber andar por él y caer.

monos

Me parece muy gráfica una fábula empresarial que puede servir de ejemplo a lo que explico además de poder usarlo en mil ámbitos.

Un grupo de científicos estaba estudiando el comportamiento social de los monos. Utilizaban cinco machos a los que habían enjaulado y a los que sometían a diversas pruebas. Un día colocaron un árbol seco en medio de la jaula y en la rama más alta colgaron un buen racimo de plátanos.

De inmediato uno de los simios se lanzó a trepar por el árbol para alcanzar el racimo, pero en ese momento unos chorros de agua helada empaparon a todos los monos que gritaban y corrían intentando huir. Esto se repitió dos o tres veces, hasta que un día uno de los monos intentó subir el árbol y en ese momento los otros cuatro le agarraron y le pegaron para hacerle desistir de la idea.

Dos días más tarde, los científicos introdujeron un nuevo mono que sustituyó a uno de los antiguos. El nuevo se lanzó hacia el árbol en cuanto divisó el racimo de bananas. Nada más comenzó a trepar, los otros cuatro se lanzaron hacia él y le pegaron para que no subiera. Después de varios intentos y varias palizas “el nuevo” no volvió a intentarlo. Introdujeron entonces un segundo mono y sacaron a otro de los más antiguos y la escena se repitió exactamente igual, además el primer sustituto participó de la paliza que se le dio a este segundo sustituto.

Los científicos fueron sustituyendo a todos los monos del grupo inicial, de manera que en un momento todos los monos que quedaban en la jaula nunca habían recibido las duchas de agua helada. Sin embargo, ninguno se atrevía a subir el árbol. Y, si se introducía un mono nuevo, recibía una paliza si lo intentaba.

La pena es que nunca pudieron preguntarle a los monos el porqué de su comportamiento, aunque es seguro que, si lo hubiesen podido hacer, los monos hubiesen respondido: “No sé, las cosas siempre se hicieron así”.

Mateo, Juan, Cuentos que mi jefe nunca me contó, LID Editorial Empresarial, 2011

¿Por qué nos impresiona tanto hablar en público? Nos ponemos nerviosos, sudamos, el corazón se nos acelera hasta el punto, en ocasiones, de faltarnos el aire, nos quedamos en blanco. Sentimos incapacidad para desarrollar un discurso natural y llano, como si estuviéramos hablando con un amigo/a de un tema que interesa a ambos.

A mi me pasa. Aunque reconozco que con los años he ido mejorando en mi puesta en público. ¿Qué ha influido para que haya mejorado? Entiendo que conocerte un poco más cada día y mejorar en aquellos aspectos que me hacía flaquear. Aunque sobretodo, en dar el paso y ponerme a prueba cada vez. En querer pasar por ese momento de nervios y salir airosa de la situación de hablar en público. Y tener la ventaja de poder decir que lo probé y mejoré. Que lo quise intentar, aun poniéndome nerviosa, sentir que me temblaba la voz, etc.

La verdad es que no he tenido muchas experiencias en hablar ante un gran público. Las reuniones anuales de padres, alguna charla ante un centenar de adolescentes y poco más. Pero reconozco que cada vez me siento algo más cómoda. También sé que los factores que me han ayudado a que sea así dependen 100% de mí.

¿Qué factores? Dos muy sencillos:

1. Ponerse a prueba, salir a lidiar con ese grupo de oyentes. Y hacer un posterior análisis de cómo te has sentido, qué has hecho, cómo has comunicado, etc.

2. Formarse, querer mejorar con ayuda de  los que saben. Porqué hay aspectos que se nos escapan y es bueno que nos ayuden desde fuera. El lenguaje no verbal usado, el ritmo del discurso, el tono de voz, los silencios.

Este fin de semana asistí a un curso en Madrid, Oratoria con PNL e Inteligencia Emocional, impartido por una oradora con experiencia, Mónica Pérez de las Heras. Del curso no salí, ni mucho menos, preparada para dar grandes charlas, aunque sí que gané en nivel de conciencia de mi misma y seguridad ante el reto. Por lo tanto, di un par de pasitos más ante la difícil tarea de comunicar disfrutando.

Os dejo, a modo de ejemplo, un video de una de las intervenciones de Obama. Parece sencillo hacerlo si le vemos a él hablar, tan cómodo, cercano y tranquilo. Resulta para mi bastante más complicado que eso. Pero si él lo puede hacer ¿por qué yo no? Adjuntan explicaciones de su lenguaje corporal, tan o más importante que el verbal.

Cuántas veces nos han enseñado, ya de adultos, a usar algún aparato electrónico, los pasos para guardar un archivo en nuestro ordenador, el uso de la cámara de video, a conducir un coche automático, a llevar una tabla de surf, unos patines, a pedalear. Ya de adultos hemos querido aprender a usar un teléfono móvil, a jugar a un juego determinado de cartas, a transplantar una planta de un tiesto a otro, a hacer pizza en una Termomix, a podar un arbusto del jardín, a pintar una pared, etc. Y todo ello lo hemos aprendido ‘haciendo’.

Y no tan adultos hemos querido probar e intentar usar el mando de la tv, la consola, las tijeras, el pincel, el reloj, etc. Y todo ello, de nuevo, lo aprendimos usándolo, ‘haciendo’.

Hay que dejar probar, que acierten y que erren en el aprendizaje. No les enseñe cómo funcionan las cosas, sino deje que encuentren ellos, los niños, la manera de llegar a la solución. Desarrollan la creatividad, mejoran las habilidades deductivas, aprenden a predecir hechos, anticipan y mejoran resultados, coordinan capacidades, agilizan la mente, se hacen resistentes a la frustración y al fracaso porqué no lo ven como tal, sino como un paso imprescindible para llegar al resultado, al objetivo. Y, por supuesto, mejoran su imagen y autoestima.

http://moviewriternyu.wordpress.com/2014/07/22/irs-to-crackdown-on-scofflaw-lemonade-stand-operators/

No dejéis de entrar en el link que adjunto. Es una propuesta conocida como SOLE, procede de Colombia.

Como ellos explican, ‘SOLE hace referencia a una metodología de enseñanza, en donde el aprendizaje nace de manera orgánica: los maestros son guías y observadores de lo que ocurre en la sesión y los niños inician por decisión propia la búsqueda de nuevos conceptos.’

¿Por qué es importante ‘Aprender Haciendo’?

 

 

A medida que leía la entrevista a Brigitte Kieffer, neurocientífica, sobre la salud, el estrés y las enfermedades psíquicas hoy en día, he recordado un libro que leí hace un tiempo sobre el valor del ‘momento’, de vivir el ‘aquí y ahora’ llamado ‘El poder del ahora’ de Eckhart Tolle.

 

Brigitte Kieffer

Brigitte Kieffer

Brigitte hace referencia a la evolución de los hábitos en el trabajo. Pone especial énfasis en la poca productividad de las personas que sus 24h del día están volcadas a él, sin desconexiones, sin tregua al descanso mental. 

Estoy de acuerdo con ella cuando dice que ‘hay que saber parar, cortar, poner el cerebro a cero una hora cada día, cambiar de actividad y volver. La gente que trabaja a todas horas trabaja mal y es altamente ineficaz.’ ¡¡Muy a favor de esta idea!! Aunque hay detrás de ella un ejercicio personal de compromiso con uno mismo, de querer llegar a un equilibrio entre tus aspectos vitales: el trabajo, las familia, tus hobbies, etc. El desgaste que genera el ritmo de trabajo a este nivel se hará visible con los años, ahora uno está tan inmerso en los objetivos a corto plazo que es difícil ser consciente.

Su lectura aporta ideas y seguro que más de uno/a se siente identificado en ella.

Me quedo con el titular de la entrevista: ‘Tenemos que aprender a vivir con menos prisa para reducir el estrés’

Entrevista a Brigitte Kieffer, neurocientífica

¡¡Vaya 12′ de genialidad!! Cuántas ideas a tener en cuenta. ¡Apuntadlas y priorizad las que os interesen! intentad aplicar algo de lo que nos cuenta. Os apunto algunas que tendré en cuenta yo.

– Los ‘marrones’ los atraemos, no nos caen.

– Vivir desde el realismo. Si no niegas la realidad, lograrás cambios.

– ¡¡Si comes zanahorias… cagarás zanahorias!! Si haces lo de siempre, te pasará lo de siempre.

– Solo te cansará aquello que no disfrutes, que no te llene, que no te apasione. Y en 10 años esto se acrecenta. ¡Cámbialo ahora!

– La que más me ha gustado por el carácter sintetizador es: ‘¡No os atocinéis!’

 

Vamos por la vida orgullosos de creer que lo que somos lo hemos construido libremente nosotros, sin más. No somos conscientes que muchas de las cosas que hacemos y de los pasos que damos cada día nos vienen marcados por otros, sin tener nada que ver con nuestra voluntad y deseo. Me refiero a todas aquellas expectativas que los demás ponen en nosotros y que nos sentimos ‘obligados’ a cumplir. A cumplir, sí, sí. Piensa en cuántas cosas haces al día para cumplir las expectativas de otros y no las tuyas. Obligaciones impuestas inconscientemente pero que cumples como obligaciones, sin cuestionarte para qué o para quién lo haces.

¿Os habéis preguntado alguna vez si lo que hacéis os llena? ¿si el trabajo que tenéis os hace disfrutar de tal manera que os levantáis de buen humor con energía? aun con sus obligaciones y responsabilidades, que existen en cualquier decisión que tomes. ¿Os habéis parado a pensar que, aunque suene utópico, podríais estar trabajando y disfrutando de ello?

Y de la misma forma estas preguntas podemos trasladarlas a otros ámbitos de nuestra vida: ¿los amigos que tienes son los que quieres? ¿qué dejaste de hacer por el ‘qué dirán’? ¿qué haces, qué dices, qué piensas por quedar bien a ojos de los demás? ¿decides tú los pasos a dar en tus relaciones? ¿en tu vida?

Ser consciente de tu YO, de lo que eres y quieres ser, tomando las decisiones con todas sus consecuencias y aceptando las responsabilidades que de ellas se derivan. Pero sobretodo DECIDIENDO TU, no otros. DSC07491

Yo soy yo.

Tú eres tú.

Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas,

tú no estás en este mundo para cumplir las mías.

Tú eres tú.

Yo soy yo.

Si en algún momento o en algún punto nos encontramos,

será maravilloso.

Si no, no puede remediarse.

Falto de amor a mi mismo,

cuando con el intento de complacerte me traiciono.

Falto de amor a ti,

cuando intento que seas como yo quiero

en vez de aceptarte como realmente eres.

Tú eres tú y yo soy yo.

Frizt Perls

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cada persona tiene establecida una escala de valores. Esa escala es la que nos hace vivir las experiencias de una manera o de otra. Cada uno la ha ido estableciendo en función de la educación y de lo que ha ido viviendo a lo largo de los años. Pero no me negaréis que al ver esta imagen vuestras escalas no tiemblan un pelín…

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