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Equilibrio. Sensación de tener la balanza de tus cosas, de tus rincones, de tus pequeños submundos equilibrada. De saber que lo que hago, cómo vivo, lo que tengo, mis futuros pasos…son en base a mis creencias, a mi forma de pensar y desear. Son fruto de mis sueños. No tiene que importarte lo que piensen los demás, ni si les gusta lo que haces, ni si entienden para qué lo haces. Al que le interese ya se acercará a preguntar y, aún así, no siempre se irá habiendo entendido el fin. Y, sinceramente, no es la idea hacer entender al mundo el porqué de tus decisiones. Tu intención última debe ser que el siguiente paso te acerque al objetivo final. Que el paso tenga sentido en sí mismo y no sea un paso gratuito, en vano, por pasar el rato dándolos sin rumbo.

Y caminar por esa cuerda y mantener el equilibrio no es fácil aunque tampoco es difícil. Simplemente hay que ser constante, persistente y estar atento. Atento a a tres cosas:

1. Atento a lo que te encanta. Saber en qué pasas el rato y lo disfrutas. Y echarías horas y horas en ello y no te cansarías de hacerlo. Y la gente te dice que cómo puedes pasar tantas horas en ello y tu respuesta es siempre la misma me encanta, lo disfruto. 

2. Atento a lo que quieres. Es, simplemente, una cuestión de actitud en la perspectiva sobre uno mismo y las circunstancias. Y saber que las cosas que nos pasan no son fruto del factor suerte sino resultado de tus decisiones.

3. Y muy atento a encontrar dónde está. A menudo está dónde estén aquellas personas que compartan tus mismas aptitudes. Hay que ser, por ello, un buen observador, escuchar atento, para encontrarlos. Entrar en ese grupo y empezar a desarrollarte y acercarte al equilibrio.

 Adrian Capusan, Rumanía Categoría abierta del Concurso Mundial de Fotografía de Sony 2015 (2015 Sony World Photography Awards)

Adrian Capusan, Rumanía
Categoría abierta del Concurso Mundial de Fotografía de Sony 2015 (2015 Sony World Photography Awards)

Puede que ya te sientas en equilibrio y que hayas confirmado lo que estás leyendo en estas lineas. ¡¡Me alegro!! Yo aun estoy dando pasitos. ¡A ver dónde llego!

Focalizar la atención en las cosas positivas ayuda a empequeñecer las negativas. Yo lo llamo Balanza de Valores.

Cómo funciona mi Balanza de Valores.

balance

Durante un día cualquiera pon a un lado de la balanza los aspectos positivos y al otro los aspectos negativos. Una vez hayas volcado todos ellos en tu balanza, míratela desde la distancia y valora cómo te ha ido el día: ¿la balanza se decanta más hacia lo positivo o negativo?

Con este ejercicio te haces más consciente de cómo vives un día normal de trabajo, hobbies, familia, etc. Y puede que hasta entiendas tus enfados, irritabilidad o tu cansancio contigo mismo/a o con los demás.

La siguiente reflexión sería:

¿Cuántos de los aspectos negativos que has puesto en tu balanza permites que sigan siéndolo?

¿Cuáles podrías transformar en positivo?.

Tendemos con mucha facilidad a engrandecer o remarcar aquellos aspectos negativos de nuestras vidas, haciendo sombra a las positivas, llegando a enmudecerlas. Y eso nos resta energía y motivación. Nos ayuda a enfadarnos con más rapidez, a tener malas contestaciones y a justificar nuestros desplantes.

Vuelve a ser un tema de actitud, de ganas de ver cambios y de mejorar mi calidad de vida. Y esta es una buena manera.

Hay muchas maneras de pasar las cosas de un platito de la balanza al otro. Ponte a trabajar en positivizar tus horas, tus días. Transforma tu día a tu antojo, que nada tiene que ver con hacer lo que te dé la gana sino dentro de ese marco de responsabilidades diarias.

Te dejo algunas ideas para que puedas empezar a cambiar mañana mismo:

  1. Crea mensajes positivos. Las quejas transfórmalas en soluciones.
  2. Sé más consciente de los momentos positivos que vivimos y dales la importancia que merecen.
  3. Sé agradecido contigo mismo y con los demás.
  4. No te compares con los demás, saca lo bueno que cada uno tiene.
  5. Elimina las charlas negativas, son corrosivas.
  6. Ríete más de ti mismo.
  7. Elogia el trabajo, los detalles de los demás.
  8. Sé detallista y cooperativo.
  9. Termina aquello que inicies.
  10.  Rodéate de gente activa, positiva, que le quiten hierro a las cosas, que rían.

 

 

UnknownEste post va a ser muy corto y directo. No quiero darle demasiadas vueltas a una idea que creo que no necesita demasiadas explicaciones.

Qué manía tenemos los adultos de valorar constantemente lo capaz o no que es un menor en diferentes tareas. ’No se le dan bien las matemáticas’…..’Es un vago’…..’Es más de letras’…..’es patoso, los deportes nunca fueron su fuerte’…..’no te lo dirá, es muy vergonzoso’… ¡Cambia la intencionalidad de la frase, esta destruye. Intenta que aporte y construya! Por ejemplo, resaltando algo positivo de la generalización que harías: ¡se te da bien el cálculo!

¡¡Nuestros comentarios limitan!!

Creo que con perseverancia todos somos capaces de conseguir aquello que nos propongamos, lo que sea. Es obvio que algunos lo conseguirán con rapidez y otros, en cambio, necesiten más tiempo. Seguramente necesiten otras herramientas, otros recursos. ¡Pero lo conseguirán!. Hacerle creer a alguien que no es válido en algo hace que tome la actitud de no intentarlo. La más cómoda a mi parecer.

¡Les hacemos un flaco favor valorando gratuitamente sus capacidades! Aprenden a ser incapaces.