¿Cómo tengo mi jardín?

Todo empieza cuando, de repente, tienes un mal día en el trabajo y te das cuenta que llevas demasiado tiempo pensando en dar un giro. Todo empieza cuando, en una de esas coincidencias de la vida, conoces a alguien que ya dio el pasó y lo está disfrutando, que le costó pero que valió la pena, que te recomienda que lo hagas si es eso lo que quieres, aunque debes saber que te costará. Todo empieza cuando superas ese miedo a hacerlo….y lo haces!

¿Cuántas pequeñas y grandes cosas han pasado por tu cabeza y no has hecho? ¿Cuántas de ellas has verbalizado y has continuado quieto? ¿Cuántas piensas que harás? y sobretodo ¿cuándo crees que será el momento perfecto para dar el primer salto a hacerlo?

Para muchos nuestra vida es la que nos gusta y es la que queremos llevar. Entonces estás en el lugar adecuado, por ahora. Pero a muchos otros a nuestra vida le falta sal y pimienta. O, sinceramente, no tiene nada que ver con lo que nos planteamos tiempo atrás, pero nos hemos dejado llevar vagamente hasta donde estamos. Y ahora no nos gusta. Y vamos por la vida con actitudes victimistas y negativas. Y de todo nos quejamos y le ponemos poca ilusión a todo y en casa es donde estoy mejor. Y de esta forma dejo de responsabilizarme en arreglar mi vida y dejo de pensar en mi jardín.

¿Qué quiero tener en mi parcela, en mi jardín? Siempre he mirado el jardín vecino, pero he cuidado poco del mío. Siempre he pensado…¡Qué suerte el vecino que tiene un jardín tan bonito! Y no me doy cuenta que ese jardín ha requerido de atención, paciencia, constancia, cariño, perseverancia, estrategia e ilusión. Y yo esas atenciones no se las dí al mío. Y por eso no tengo el jardín como el de mi vecino. Y por eso no sé ni cómo quiero mi jardín. ¡A lo mejor no quiero jardín! y lo tengo porque todos lo tienen.

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Conformismo. Dejadez. Falta de exigencia. Adormecidos. Cautos en exceso. Así nos comportamos con nuestro jardín. Y si no hacemos que las cosas pasen, que las flores crezcan y florezcan, no tendremos nunca el jardín que un día soñamos.

Ponte manos a la obra. Piensa en lo que quieres en TU jardín. ¡¡Y empieza!!

1 comentario
  1. E.
    E. Dice:

    «Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.»

    -J. Luis Borges.

    Me has inspirado, y mucho, un martes por la mañana, y mira que es difícil. Gracias!

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